Tras la estela de un silbido
se ve venir a un bohemio,
trae de arrastre experiencias
y en la mente...muchos sueños.
Está de acuerdo que ahora
y aunque ponga mucho empeño,
pegue la vuelta de todo
amasando...un viejo sueño.
Suele estar contento a veces
otros va frunciedo el ceño,
no le quedan muchos vueltos
solamente...un hondo sueño.
Supo tener un romance
allí por la calle Arribeños,
más la dama en cuestión
le quitó...hasta los sueños.
Esta historia es más o menos
como una estufa sin leños,
muy fría si no se prende
calienta solo...con sueños.
Hoy ya viejo y con achaques
el mundo se le hizo pequeño,
pero él sigue insistiendo
metido siempre...en un sueño.
Una vez en su soberbia
se creyó de todo el dueño,
el balance fue muy magro
solo le queda...un sueño.
Al fin y al cabo le pasó
como al rey de un bello reino,
esperando a su princesa
se durmió...soñando sueños.
Los momentos se parecen
a caramelos surtidos,
se mezclan dentro del tarro
encuentros varios...y olvidos
No sabía si era del sur
si del norte o si era esteño,
pero mucho se notaba
que era loco...por los sueños.
Y así es la vida señores
por más vueltas que le de,
no siempre salen las cosas
ni cada paquete es un premio,
hay que vadear muchas vallas
para tratar de llegar,
y cuando estás más seguro
te vendieron...un mal sueño.
. Boris Gold
(simplemente…un poeta)