Como un cascabel, sonora,
la escucho y me sabe a miel,
alrededor de mi piel
vivaracha y soñadora.
Infantil, cautivadora,
viene mecida en la brisa,
pasa corriendo, deprisa,
bulliciosa y luminosa:
¡una deidad fabulosa
cuando sonríe tu risa!
Deogracias González