Si algún día te vas y vuelves arrepentida…
Ya no encontraras en mí, al hombre enamorado
que cada mañana
con una sonrisa en los labios
y en los ojos el brillo de una pasión vivida
a golpes perfectos
de una tormenta de amor y entrega,
te daba los buenos días con un beso lleno
de ternura
y en las manos el calor de la última caricia.
Ya no encontraras al hombre enamorado
que cada noche se perdía entre los brazos
de un gemido roto
por el silencio de una madrugada eterna.
Al hombre
que a medio camino entre la mágica invitación
de tus nalgas
y la extrema suavidad de tu vientre,
navegaba curioso por todos los rincones de tu web.
Ya no encontraras en mí, al hombre enamorado
que ante cualquier enfado tuyo,
te pedía perdón
de rodillas en la esquina solitaria de un poema
con el desayuno preparado en la mesa de un sueño
y en la mente
la imagen de una nueva locura de amor…
A punto de de ser escaneada.