Jose Luis Posa Lozano

COMO FRUTA PODRIDA

Te arranqué de mí alma con mis manos crispadas de un tirón suicida y asesino, me desangré en lágrimas de fuego y agonicé en la tiniebla de los siglos.   Te arranque de mi pecho destrozado y mi corazón se fundió de tanta pena el dolor me quemaba la entrañas y las espumas hervían por mis venas.   Han pasado mil vidas, se han secado los mares que llené con mi llanto y ha quedado un desierto de sal en mis ojos y un puñado de nadas vacías.   ¿Dónde estarás ahora? ¿En qué océanos zozobrará tu vida? A veces te sueño despierto y me herida se abre como fruta podrida, otras veces te vivo dormido y todo yo me enciendo y me consumo en el fuego de tu deseo aciago.   He muerto mil veces desde aquella noche y me he negado mil más por no seguir tus huellas, por no arrastrarme detrás de tus oasis ardientes pero a veces te presiento en mi lecho y una lágrima dulce purifica mi alma.