Tenia los sentimientos en barbecho
preparados para cualquier semilla
no habia lugar para la gravilla
y el puñal lo clavaste en mi pecho
Secaste de un tajazo la ilusión
que brotaba de mi corazón
con la que creía tocar el cielo.
Tenia los sentimientos en barbecho
el desparpajo de tus labios
que se arrimaron a varios
me ahorcaron de la soga de tu techo.
Reciente es la tierra fugitiva
con tus besos que saben a despedida
y que no brote en mi alma un amor más
que como decía Neruda
esperaré a la dama
que no volverá... ¡Jamás!