Hace varios inviernos
que perdí el rastro de tu mirada,
hace muchas auroras
que no encuentro tu aroma,
innumerables las horas
en las que tu recuerdo se desploma...
Y en cruel juego del destino
creí encontrarte
de nuevo en mi camino,
no eras tú
tan sólo una alucinación de mis sentidos,
no era yo
sino una evocación de mis sueños prohibidos...
Y sucedió
tú, resurges en mi memoria,
yo, escribiendo una nueva historia,
otra ilusión
en busca de vanagloria...©