Se le veía solo paseando
el cuerpo encorvado
mirada perdida en aquello que solo él veía.
Pobre hombre decían
y él para sus adentros se reía,
su mirada no estaba vacía
siempre la veía…
donde quiera que fuera
con él la sentía…
el roce de su mano
la calidez de su piel
su mirada color miel…
El rostro surcado de arrugas
el pelo cubierto de hebras de plata
su cuerpo gastado
por el paso de los años
pero se sentía privilegiado…
con ella se había deteriorado
pero todo se lo había entregado
y lo habían disfrutado…
Recordaba los tiempos de antaño
cuando cogidos de la mano
paseaban abrazados
o tendidos en la cama
descansaban acurrucados…
Ahora ya no estaba
su hora había llegado
la despidió con un beso en los labios
esos labios que tanto lo habían besado…
Pobre hombre decían
los que nada entendían,
no sabían que su espíritu lo acompañaba
a su lado siempre permanecía,
su mirada no estaba ida
simplemente la miraba a ella
el centro de su vida…
Pobre loco le decían
y él para sus adentros se reía…