¿Y qué si mis labios todavía no saben besar bien?
¿Y qué si me descubres, de madrugada, acurrucada en tu cuerpo, desnuda, loca y enamorada?
¿Y qué si quiero comerte entero?
¿Y qué si tus carnes son ilegales para las mías?
¿Y qué si me duplicas la edad?
¿Y qué si odias la poesía?
¿Y qué si no tienes dinero?
¿Y qué si me lastimas en el sexo?
¿Y qué si no es correcto?
Cuando el amor es real
lo única que importa es:
¡Te quiero!
Ese que sale de tu voz cansada
después de habernos amado
en tu cama de soltero sin almohadas.