En un bar bohemico,
Habían tres grandes y excéntricos,
Compañeros,
Un cantinero, un mozo,
Y una mesera,
Son las 12 decía uno de ellos,
Y el otro dijo,
Juntemos nuestras copas de vino,
Para brindar por el año nuevo,
Que esta próximo a comenzar,
Mas uno dijo: \"que no brindaba,
Por el año duro, de luto,
Y de muerte,
Que se presento,
Mas dijo que \"brindo por el desconsuelo,
Por las lagrimas que conjugan mi entorno,
Por mi pasado oscuro,
Y por este año lleno de tantas lagrimas que al parecer no acaban\",
Son las 12 amigos y compañeros,
\"Yo, por lo tanto brindo por el amor,
Por la prosperidad, por la felicidad que deja la pasión viva y atormentada,
Por el desenfreno a amar,
Y por ser correspondido en reciproco\",
El bar se llenaba mas y mas,
Y los tres amigos y compañeros,
Se mecian sus anhelos,
Tristezas, llanto y alegrías,
Uno, cayo de rodillas frente a la mesa,
Por el desconsuelo que a veces nos deja la vida,
Por el llanto vivido,
Por el dolor consecuente,
Y por la ira impotente de no hacer nunca nada,
Mientras la mesera dijo a las 12,
\"Yo no brindo por el amor,
O por la infelicidad,
Sino por el trabajo que día forjamos en el camino,
Por el dinero amigos,
Que honradamente llevamos el pan a nuestra mesa,
Por el capricho de tener y devengar un salario,
Y haber sembrado semillas y haber cosechado un rosal,
Brindo porque tengo un trabajo,
Con que mantener a mi familia,
Y hacer feliz a mis hijos,
Que con mucho ahínco,
Es todo para mi,
No brindo,
Por el material,
Brindo por la felicidad que nos da,
Por tener una mesa en donde alimentar a mi familia,
Donde puedo decir esto lo coseche yo,
Y nadie mas,
Brindo por el trabajo,
Que aunque nunca he podido permanecer con mi familia en día de celebración,
Hoy a las 12,
Brindo por mi trabajo,
El que me hace mantenerme en pie,
Cada mañana,
Cada atardecer,
El que en el anochecer descansa mi alma,
Y mas aun en la madrugada duerme mi cuerpo,
En un colchón donde puedo sentir y percibir,
Que estoy viva,
Amigos míos\",
Hubo silencio ,
Tempestad a las 12 ,
Una tormenta desató la furia de esas palabras,
Llovió esporádicamente,
Y sucumbio en trance todo aquello que era un brindis de tres amigos viejos,
Como el viento, el agua y el fuego,
Y se convirtió en todo aquello que era dulce en la boca de los tres,
Un vino,
Un champagne,
Y llego un cliente y dijo:,
\"Y yo brindo por el compañerismo,
Por la amistad,
Que sin ella no seríamos felices,
Por estos tres amigos,
Que hoy despierta un sonido a grito a voces cansadas,
Por el trabajo arduo,
Honrado y tenaz,
Por estos compañeros,
Que en la tristeza y felicidad han compartido este año,
Mas brindo por el amor,
Que se le ha entregado por la amistad,
¡Viva el brindis...!...