Cientos de paradojas tiene mi vida.
Paradojas de solitarios en compañía,
de duendes felices y enojados,
de príncipes locos y enamorados.
Te siento lejos aunque estés cerca,
y si estás lejos te veo en mí;
te canto justo en la oreja
y escuchas, aunque no estás ahí.
La lluvia moja mi estuario
y me siento seca de soledad;
mi corazón en su ciclo lunario
busca con ansia tu claridad.
La luna me trae tu recuerdo,
luz fría que dulce me entibia
cual sol en mi cara, tu aliento
lejano mis sentimientos aviva.
Mano firme que me sostiene, serena,
en tu abrazo feliz yo duermo;
tus besos eternos me llenan...
¡te necesito aquí, amoroso y tierno!
Paradojas de tenerte y no verte,
paradojas de sentirte y despedirme,
paradojas de estar contigo sin ti,
paradojas de amarte y necesitarte.
Miles de paradojas tiene mi vida...
estés cerca o lejos yo soy feliz.
¡Recibe mis letras más sentidas
mientras mis dedos imaginarios
cubren y acarician tu cerviz!
María Rentería D.R.