Ando siguiéndote los pasos,
aunque del otro lado del mundo
y a veces en sentido contrario.
Ando buscando tu rostro en mis sueños,
y desenterrando de mis recuerdos
algún indicio de que nos conocemos.
Adivino por la noche tu nombre,
descarto los que no me estremecen.
De vez en cuando piensas mi existencia,
de vez en cuando haces simbrar mi pecho.
Presiento que actuamos como un espejo
y que cada respiro acorta la distancia.
Amor de mi vida: desde ya te amo,
desde mucho antes de que nos conozcamos.