De pronto abres las manos y sientes
que la vida
se te escapa, suspiro, a suspiro.
Sientes que la carne pierde juventud,
que los sueños
que un día alentaron tus esfuerzos,
hoy se derrumban a tus pies,
sembrando
dolor y nostalgias en los surcos del futuro.
Sientes que los días son como pequeños
almanaques
colgados en los labios del tiempo,
esperando las caricias de unas manos
inocentes
que al esconder con el amor jueguen.
De pronto abres las manos…
Y en un ataque de locura quieres vivir la vida.