J.Nuñez

Oscuridad

Ha vuelto rauda bajo el velo de la noche
Y clamando ya mi cuerpo por su presto arribo,
Asfixiado por el júbilo que moraba ya conmigo
La reina volvía al trono sacro que le corresponde.
Oh oscuridad que al infinito firmamento acoge
Y que en tu manto la calma encuentra el mal herido,
De tu beso vuelveme otra vez cautivo
Con un negro néctar que mi paz desborde.
Oh oscuridad,
me has tomado y es hora de adentrame hacia el silencio, envuelveme en la noche y cobijame con frío,
visteme de la sombra y embriagame con soledad,
vuelveme liviano y fluente.
Déjame ser uno con el firmamento y bruñir mi espíritu con tu vacuidad.