Me he perdido en una caverna oscura,
Entre las telarañas, las inmundicias
Magras y malolientes, sin caricias
De un sol que en occidente es mancha impura;
Me quedé en un rincón, ya sin ternura,
Llorando al desgajarme, sin albricias
De lo que fueron mágicas primicias,
Y hoy ya son decepción, sólo amargura;
Me quedé prisionero en torpe anhelo
Atado con cadenas de rencor;
Perdí en un instante y con recelo
Un sueño tan real, tan superior:
tan loco y tan audaz era mi vuelo
Como inmenso ahora es mi cruel dolor…