Amanece y los pájaros cantan, el sol comienza a brillar, todo parece tan normal, los árboles se desnudan ante la llegada del otoño, mi alma se siente tan sola, mi corazón frágil agoniza, mis ojos derraman sangre entre las lágrimas que manchan mis mejillas, todos los sueños que tenía se han marchado.
Las noches solitarias aprecionan cada parte de mi ser, mientras mis labios gritan entre murmuros palabras que no supe decir, la luna sigue allí, las estrellas que mirábamos hoy me ven tan infeliz, tan solo, tan muerto, sueños que se quiebran en la oscuridad sombría, penumbras que acechan los suspiros agonizantes de un loco enamorado, lágrimas de sangre que te escriben desde la soledad.
Caminos que vago por las calles de algún lugar desconocido, caminos y más caminos que ando, poeta del olvido, muerto viviente, tal vez mañana será el último día que mi corazón te ame, porque al salir el sol mi alma se irá muriendo.
D.A.R