El frío viento entra despreocupado por las ventanas,
el otoño, a galope, tímido ha llegado,
con sus únicas y melódicas palabras.
Vienen ya naranjas y marrones,
caen las lágrimas de los árboles.
¡Las tonalidades cambian, pequeñas
tempestuosas y risueñas!
Naranjas desconocidos silbando se acercan,
a colorear nuestra gris ciudad