Cuando la vida niegue su sonrisa
y toda fortaleza te la quite,
cuando juegue contigo al escondite
y todo se oscurezca muy deprisa.
Vístete con el traje de insumisa,
haz que tu corazón fuerte le grite,
que vas a soportar firme el envite
porque tu voluntad ya no se plisa.
No dejes que te atrape con sus redes
de desconsuelo, pena y agonía,
porque ella cederá si tú no cedes.
¡Lucha para vencer tu cobardía!
¡Repítete incesante que tú puedes
sembrar campos con flores de alegría!