Y la noche llegó y se hizo eterna
con el sueño que aún no llega
miles de pensamientos me marean.
Sucumben inquietos
en eternas contradicciones
de quiero lo que no quiero
y no quiero lo que quiero.
Eternas contradicciones
que pasean por mi mente
moviendome al ritmo
que marcan cuál baile insolente.
¿De donde vienen?
¿porque me confunden?
no me ordenan, pero imperan
con talente de tirano
en las profundidades de corazón y mente.
Sueño que ya llega
liberador de fantasmas
que me abandonan mientras duermo
y dan descanso a mi alma.