Latino

Llegada

Llegas en el gesto intencional de las montañas

y me rescatas del silencio y la agonía;

llegas con ánimo irrefutable de arco iris

a colorear mi tarde con entusiasmos

y mis horas con el lienzo de los trazos.

 

Llegas cual suspiro a animar mi fantasía

de pie entre un mediodía juguetón

y un atardecer de lanzas sin fronteras.

 

Entonces llegas…

y arrebolas de tardes el entusiasmo

con alondras despejadas en las horas

y retratos de perdón en mis pinceles.

 

Y es que arribas –esperanza sutil-

a despertarme con dulzuras y palabras

-tenues caricias y suaves charlas-

como cirros algodonados en mi cielo

y penumbras elegidas por la magia.

 

Y así… te reconozco en el suspiro

elocuente de tu nombre

-gozoso y noble como castillo-

y te veo perdurar en el alma

prestada por la imagen,

pues saturas mi noche

y la madrugada

con tus danzas de colores.