Lamiéndonos entrambos las heridas,
las mutuas desventuras que acaecen,
los negros nubarrones que envilecen
espíritus con ánimos suicidas.
Fragmentan y dividen nuestras vidas,
socavan voluntades y anochecen,
con críticas que aumentan y adolecen
unánimes pasiones divididas.
Cordón umbilical de los dolores,
nos une distanciándonos de cerca,
vestidos de ropajes y disfraces...,
y lustran y amalgaman en amores,
con una obstinación flagrante y terca
anhelos y deseos pertinaces.
Deogracias González