Al otro lado de la madrugada sueñan los presos,
los suicidas,
los corazones putrefactos llenos de tinta,
Yo en los desmesurados abismos.
Al otro lado de la madrugada las estaciones nunca regresan,
Se mienten y dibujan con falsas primaveras muecas en tardes olvidadas,
se inventan cuentos los besos y los días vomitan la misma resaca.
Al otro lado de la madrugada duermen las tormentas,
Las pasiones se descosen en cementerios de seda,
En la misma sala de espera.
Al otro lado de la madrugada tu nombre se incendia,
Inunda los vientos con falsas promesas,
Se aleja,
Me abandona,
Me llama,
Me despierta.
Pedro Fassi