Fue el señuelo del proferir de aquel mundo
Cayó en el, espléndida, fugaz, dulcemente
Sin arrepentirse del sentir de ese segundo
Sintió su ser palpitar apresuradamente.
El ardiente sol calló su brillo a tal pacto
Las palabras sienten envidia al no poder
Describir sensaciones vividas en aquel acto
Cruzando de nuevo el mundo, a la ventura
Eran dos estrellas pérdidas en un viaje
Absortos en mantener tal dulce aventura
Bella en sonrisas cómplices de un mensaje
Si la distancia desea cortar este señuelo
Y el viento llevárselo como deseo
Era de imaginarselo porque es como un sueño.