Escribir un poema no podría
si se vuelven mis letras narcisistas,
solamente serían grandes listas
de arrogancias, sin nada de armonía.
Es amor, es dulzura, es melodía,
lo que llevan las almas quijotistas,
van repletas de esencias tan altruistas
que convierten en luz la poesía.
Son los versos las níveas gaviotas
que nos llenan el alma de consuelo,
y nos dejan estelas donde flotas
como flotan las nubes en el cielo;
el poeta regala con sus notas
el fulgor de humildad, con tenue vuelo!
Autor: Aníbal Rodríguez.