Tu divina presencia para mí
Es la necesidad vital, constante,
La que me evita un loco frenesí;
la agonía, sin fin, de un frágil amante;
Ojalá mi presencia sea en ti
La luminosidad del gran instante
En la que sientas lo que yo sentí
un momento sereno y muy vibrante:
Tu presencia mujer para mí es todo;
Es indicio de vida y de mi amor,
Ese fácil mensaje, fácil modo
De aceptar, que tú en mí, eres superior;
Siempre serás la mejor, codo a codo,
Pues tornaste alegría, mi dolor…