Estas tan libre de pasiones,
tan libre de sudor,
excento del furor
de alcanzar pretenciones.
Escuchas sin reniego,
sin algún juicio u opinión
la misma diaria canción
que rechaza aburrido mi ego.
Pasan junto a ti los años,
no por delante o por atrás,
no ocupas reloj ni más...
Sólo el sol, amigo de antaño.
Plantado imperturbable,
resistiendo lluvia y viento,
con tu rugoso cimiento
sosteniéndote inquebrantable.
Besado por rocío de la fuente
y amado sin prisa por el gusano.
Felíz en invierno y verano,
¡qué ser más elocuente!