Me encantan las melodías que los ruiseñores traen al amanecer, me gustaría poder descifrar esos cantos, son mensajes de amor que van dejando de cuarto en cuarto, de esos amores cautivos que por la distancia no pueden ser acogidos en algunos senos o bocas.
Mientras en los campos las amapolas luchan con el trigal para lucir su hermosura junto a las blancas margaritas que adornan todo el sendero.
Espero con impaciencia que algún ruiseñor se postre sobre mi mesa para escuchar tu mensaje de amor, sé que tardara mucho tiempo, pero se esperar dicha noticia con bueno o mal humor, lo importante es recibirla, me alegrara el corazón.
© José Cascales Muñoz
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14 de Noviembre 2017