Niña de la pradera, creciste de repente,
cargabas tu muñeca, con ocho primaveras
sobre la hierba seca, cruzabas las praderas,
con tus sonrisas tiernas, formabas el ambiente.
Hoy ya te transformaste, ya luces diferente,
te envidian en su paso, las aves pasajeras,
de las más bellas damas, eres de las primeras,
tu belleza resalta, con presencia se siente
Lo mismo que las flores, un ciclo bien marcado,
primero como niña, reinó la fantasÃa,
ahora como dama, tu etapa de princesa.
Desde que tu naciste, tu mundo es alabado,
mostrando tu grandeza, fomentas alegría,
igual que desde niña, combates la tristeza.