Hoy te observé varias veces, no tantas como había pensado o hubiese querido, pero las suficientes para notar que te concentras mucho en el trabajo. Aunque te permitis reír y es ahí cuando volteo para verte, aunque la mayoría de las veces solo me quedo con el sonido de tu risa únicamente... En el intento de grabarte sonriendo en mis pupilas para recordarte, para tenerte... Y que nadie lo sepa.
Era cierto lo de que fruncís el seño cuando te concentras... Y es cierto que pareces que estás enojada, pero ahora que lo sé me sonrio, solo, hasta que alguien me pregunta qué me pasa y me trae nuevamente a la realidad.
Sé que hay más. Estoy seguro de eso... Pero se lo dejo a la imaginación, o alguna charla quizás... alguna vez...