Déjame abrir mi corazón por un momento,solo ahora,
todo el día me la pasé pensando que nos había confundido,si
realmente había sido a mí a la que le había sucedido eso,
que vacía me sentí,más vacía de lo que siempre estoy,
tú no tienes la culpa de mis fracasos,de mis soledades,
yo solo busqué en tí un poco de calor y no físico sino humano,
he sido maltrada muchas veces,ofendida y ví en tí
una ilusión muy grande de sentirme querida y deseada.Anoche llore mucho y no por tí,
sino por la lástima que tengo a mi misma,mis lágrimas se confundian por el agua de la regadera,como si quisiera lavar una culpa inmerecida...no pienses mal de mí...pero contigo he soñado muchas veces y quisé hacer realidad ese sueño...¡qué ilusa fuí!... hay muchos valores y muchos prejuicios que tenemos...eres joven,muy joven; a mí ya me paso el verano,no soy la mujer perfecta,tal vez al conocerme más, te hubieras desilusionado mucho.no te preocupes por mí,yo no conozco la venganza ni te voy a perjudicar en nada.No quiero causarte lástima,déjame mirarte de lejos como lo que eres, mi amor secreto,no me niegues la sonrisa de tu alma ni la risa de tus ojos que me encanta,no me niegues la frescura de tu amistad.
Tienes toda una vida por delante y no quiero ser un mal recuerdo para tí,
yo...yo te voy a llevar en mi corazón como siempre,escondido...
YOLANDA BARRY.
2001.