Anónimo bandido,
que has robado mi corazón,
a cambio me has dejado poesía,
me has dado amor.
Mis palabras dejo
en estas páginas plasmadas.
Pero no son mías,
fueron por ti proporcionadas.
Porque de ti brotaron,
a ti vuelven cada vez que suspiro.
Con cada palpitar saltaron
de mi corazón enloquecido.
Mis poemas son tuyos
porque tú me los has dado.
Sólo por ti surgen
puesto que tú me has encantado.
Amante mío,
mi destinatario,
mis palabras vuelan
para encontrarte en algún lado.