La vida es así. Nos entrega momentos de infelicidad. Nos otorga alicientes para continuar en ella, con felicidad. Estas últimas semanas de mi vida han sido colmadas de mucha tensión, de enormes momentos de infelicidad.
¿Por qué debo preocuparme tanto de los problemas de los demás?
¿Es que no sé vivir la vida? Nada me hará cambiar de mi forma de pensar y de SENTIR.
En mi vida he soñado un par de veces con Jesús. He VIVIDO esos sueños como si fuesen reales en mi existencia, y estando despierto...
Me duele mucho la maldad de muchos seres hacia sus semejantes. ¿Esos seres no podrían poner un poco de amor hacia sus hermanos?
¿Qué es lo que lleva a matar por el solo hecho de matar? Esos seres... ¿han nacido solo para hacer el mal, dañar, exterminar vidas, sin ninguna razón? ¿Sólo por el goce matar?
Existen. Lo leo en los diarios, lo escucho en la televisión. Y mi cuerpo siente escalofríos. Y mi corazón entristece. Y mi ánimo decae. Y nuevamente recurro a orar.
Rezar... hace tanto tiempo que lo hago.
Recuerdo cuando niño para mí era un gran gozo estar dentro de una iglesia. En más de una ocasión me hubiese agradado ser sacerdote. Pero el destino quiso que desviase mi intención. Sentía la necesidad de actuar.
De estar sobre un escenario. Mi sueño se cumplió. La radio me tuvo delante de su micrófono. Mi voz ha cantado escenas de novelas inolvidables. Actuar ha sido para mí, mi pasión, o parte de ella...
Recuerdo cuando en las misas sabatinas en la Basílica de Guadalupe hacía la lectura del día, me transformaba... Sobre todo cuando Dios hablaba... Me decían que era tal mi transformación, que imaginaban escuchar la voz de Dios... Y eso me hacía feliz.
La vida me ha brindado muchos momentos de felicidad, inolvidables... La vida me ha entregado momentos de desolación y de llanto... Pero prefiero vivan en mí los momentos de dicha. Como siempre expreso, dar un manotazo a los malos momentos.
La vida me ha otorgado buenas amistades. Ella decidió hacer a un lado algunas amistades. La vida me ha hecho perder amigos. Ella me ha devuelto amistades que creí ya perdidas. Recuperar buenas amistades, ayuda a vivir feliz.
Es, como cuando uno ama intensamente, y pierde en afectos y sentimientos a la mujer amada...
Y la vida, sin uno imaginar, hace retornar ese amor perdido... He sentido la necesidad de hacer este breve relato. Una porción de mi vida. Una realidad que quiero compartir. Sepan, que, a pesar de todo, soy feliz...
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Hugo Emilio Ocanto
15-11-2017