Sé muy bien lo que era vivir a tanta velocidad que no me daba tiempo
a enterarme del ahora. Para mi, ahora era pasado.
Siempre estaba un paso por delante del ahora, buscando el después.
Y ahora....,
..... desde hace un tiempo la rutina se tutea con mi vida.
Rutina se menea y yo me inquieto.
Yo me relajo y Rutina se adormece.
Ese es el plan.
Por eso ahora disfruto con la velocidad del ahora,
e incluso a veces ralentizo mis pisadas de marchar
hasta quedarme quieto, como si mis pies buscasen
las raíces enterradas de su árbol. Y ni me doy cuenta
de que mis raíces marinas no se agarran a tierra firme.
Y ahora .....,
..... solo quiero vivir sin prisas la Rutina diaria
de incordiar a guantazos a mi monótono tedio.
Y ese es el plan.