Abuelo de caramelos
de risa suave y caricia
un andar siempre sin prisa
de manos de terciopelo.
Abuelo; ese caballero
que en sus hombros me llevaba
guerrero de mil batallas
y mi más fiel escudero.
Portada abierta a los sueños
su voz dulce, encantadora
que contaba hora tras hora
historias de viejos tiempos.
Viajero de andar sencillo
mirada tierna y rendida,
horizonte, lejanía, raíces
de sangre y fuego.
Es mi homenaje sincero
a una vida dedicada
hoy tu cuerpo en retirada
apenas logra unos pasos.
Prestos se encuentran los brazos
a darte abrigo y calor
reciba tu corazón, esta cosecha divina
a tu lado las espigas que sembraste con amor.