Hoy el sol, se ha paseado
aburrido, espiando a desgano
entre las nubes ralas.
Salió en un horizonte
lleno de brumosa luz
al medio día, como una brasa
calentó la vida
y se fue despacio, sin tiempo
entre fuegos naranjas.
Hoy el sol, como tantas veces me dejó solo
con un cielo
profundo de estrellas
y mi vida, queda aún tibia
en la noche fría
a la espera, desolada
del nuevo sol, del otro día
que saldrá, por donde supongo
sin sobresaltos, en silencio
por que yo lo espero
como tu mano generosa
pasando por mis mejillas
con la cadencia de soles
y tus ojos estrellados de amor
mirando los míos
y los míos, mirando tu boca
de manantial, en el horizonte
rojizo de vientos huracanados
amor, estoy muriendo
en tus manos de soles
en la boca, que me pronuncia
en tus ojos diamantinos
que me vieron, pasar
de un lado a otro de los límites
como ese sol, que calienta la vida.