Le platico al silencio, al humo y la agitada copa
a la guitarra sin cuerdas y a mi enlutada ropa
Le platico a la noche, al candil y al libro entreabierto
al olor de tu camisa y a mis poemas tan desiertos
Le platico al sonido, a la voz y a la neblina
al jilguero dormido y a la tos sin medicina
Me responde la vida, sin pronunciar palabra
no hay gestos, ni miradas
solas ella y yo, para contemplarnos el alma
Me invita la vida: ven, bebámos otra copa
saca de tu bolso, tu pluma ya gastada
y escribe tus ideas, que no queden olvidadas
no te quedes varada en una playa solitaria
deja que el pensamiento, se funda en la mirada
exhala con el humo, el juicio en tus entrañas
sostén entre tus manos tus historias ya contadas
dibújate una sonrisa, que importa si es desgreñada
que tu paso sea firme, aunque estés desorientada
Quedo muda, pero la vida ella me compaña
pienso que no he perdido mi razón humana
valoro las tantas entregas, las risas, las miradas
la palmadita en el hombro y el adiós aquella mañana
Gracias vida, por darme y hacerme tan así
de boca y corazón abierto, medianamente feliz
Gracias por aquel ayer, desabotonado y alocado
por el presente que me agolpa y por saberte de mi lado
Gracias por los años, por la fiel melancolía
por este cigarrillo y hasta por mis tonterías
Gracias por el futuro, por los sueños que me arropan
por mi gastadas canciones y el arrullar de mi aurora
gracias por el no sé, por el tanto que no he visto
por el hombre que amo, de metas desprovisto
Gracias vida, por permitirme escribir
por saberme en solitario con este hondo decir
gracias por tu abrazo, contagiándome el seno
por los días de insomnio y mañanas de inciertos
La Habana, Cuba
27-11-2017
Isis Marilys Alvarez Silva