Sus ojos han cambiado de mirar.
Los recuerdos se funden en el mar
del fuerte calor de una soledad.
Mientras mi corazon va frenando su palpitar.
Cuando las esperanzas menguaban,
sus caricias y besos las lograban,
de una manera muy sencilla,
revivirlas con gran fuerza e intensidad.
Hoy por hoy, no se sienten igual.
No vibra de la misma manera,
aquel corazón que aprendía a amar.
Se va frenando de la peor forma
al desgarrarse mi alma, sus ruedas,
al sufrir fríos golpes y estacas
que atraviesan, duramente congeladas,
su débil cuerpo, que por desvanecerse está.
Esta noche, mientras él agoniza,
mis sueños y esperanzas también lo harán.
Son los pasajeros, que toda una vida,
este frágil motor ha de duramente portar.
Y seguramente sus últimas palabras serán,
Esta noche de cruda realidad:
" Te seguí sin mirar atrás.
Apoyando tus tristezas y tu felicidad.
Esta noche no solamente marcha
un alma cansada ya de llorar y callar.
Marcha una vida ya satisfecha
de haber comprendido al final
el significado de la palabra AMAR "
Y su respiración, casi efímera,
se dentendrá en la pequeña frontera
que existe entre la locura y el amar.
Y su vista, ya agotada y sufrida,
finalmente podrá, esta noche, descansar.