Cuatro labios y ninguna canción
es para morderse los dientes
cuatro labios en una relación
es algo incongruente,
mi mente en copas, tragos y tequila
vagando por pensamientos
tratando de no aceptar...
ya lo sé... ella miente,
nosotros mentimos
víctimas cada uno de uno.
Y siendo solo dos
en guerra hacemos un millón.
El cuarto parece más que eso
cuando llega a nosotros la reconciliación
sea el sexo un exacto escape
una fuga premiada a nuestras necedades,
y cuando se suicida el éxtasis
de tan cruel y placentero momento
otra vez se esquivan las malditas miradas
y el silencio tajante
se incruzta nuevamente en nuestras vidas
así como cocaína que llega al cerebro
asecinando neuronas
hasta que uno de los dos
rompe nuevamente el silencio
pero tan fuerte, que termina en gritos
y es solo cuestion de segundos
para que otra vez estemos en la cama
llevando una nueva reconsiliación
talvez la número veintiséis del mes,
pues, nuestras diferencias
se an vuelto rutinas de una sola razón
cuatro labios... y ninguna canción.