Estás casi siempre ausente.
A veces es todo lo contrario.
Eres un pasionario al brindar
tanto amor a Dios.
Tu inteligencia llega hacia
la más alta cumbre.
Tus sentimientos hacia el mundo
son extraídos desde la bondad
de tu maravilloso corazón.
Amas y perdonas.
Perdonar es divino.
Demuestras permanentemente
la bondad, la sinceridad,
el gran sentido de amistad
porque sabes valorar
lo que ella importa en la vida.
Todo lo justificas, todo lo aceptas.
En tu cabeza tendría
que existir una aureola.
Como la de un Santo...
Teniente del escenario
17-11-2017