Las palabras como pájaros perdidos son
se acercan, acarician el alma con sus alas
y llenan la vida de sabor y emoción
cuando los misterios hilan rachas malas
Avecillas que vagabundas del viento son,
llegan a mi ventana, cantan y se van
pero sus trinos me dejan la ilusión
para seguir cantándole a la vida que dan.
¿Con qué sonido vibraría la existencia
si las palabras permanecieran dormidas?
¿Qué rumor inspiraría a la consciencia
si la imaginación se encontrara perdida?
Quedaríamos detenidos y dormidos,
con los sueños atrapados en telaraña
sin sentido, destruídos y aturdidos
por cipreses de cementerio que arañan
Y los pinceles congelados en desaliento
pegados en las telas no pintadas
exhalando suspiros de abatimiento
ocultando la vida de nuestras pinceladas