Te extraño.
Más que nada por los orgasmos que me generabas.
Esos que me hacían gritar, que me provocaban escalofríos y te pedía más.
Más.
Extraño las caricias que me dabas,
los suspiros al oído,
los incontrolables besos que me hacían acabar.
Extraño tu lengua,
que me hacía suspirar.
¡Ni hablar de tu tacto!
Me hacía vacilar.
\"Mirame\" me decias,
\"Mirame y decime que te gusta, deci mi nombre, respira, respira\".
Pero cuando vos pedías más, yo me volvía agua.
¡Como me gustaba hacerte gritar!
Te sabías cada parte de mi cuerpo, tocabas mi punto débil,
\"Ahí, ahí, más, más\".
Suspiros mezclandose,
manos por todas partes,
gritos y besos.
Sonrisas también.
Te extraño por sobre todo porque te amo.