Y hay quien dice que todo fue un montaje,
que Neil Armstrong nunca pisó la luna,
que el suelo lunar no merece tal viaje,
y que él debe quedarse en la tierra que es su cuna.
Un pequeño paso para el hombre
y un gran salto para la humanidad
Me da igual ponédle vosotros el nombre
se afirmó vuestra soledad total en la inmensidad.
Aprendió a volar antes que a conducir,
y caminó por el planeta de los enamorados
encontrándolo vacío.
Lo difícil es aprender a vivir,
sin dioses ni hados,
y si hay que venerar, venerád al río.