Soy la mención constante,
el dolor pereciendo distante.
Soy la lucha que se susita,
los sueños muertos que resusitan.
Soy el intento que persevera,
el afán necio de alcanzar mi quimera.
Soy la palabra y soy la idea,
la estrella que en la oscuridad tintilea.
Soy esa utopía del horizonte,
también el realismo sembrado en el monte.
El cansancio en el suelo caminando,
la mente ligera en el aire flotando.
Soy la dualidad poderosa,
la espina más bella de la rosa.