En la ternura de los sauces
iniciamos el juego de las caricias,
con el aliento de la hierba fresca
y el brillo de las estrellas
meciéndose en nuestro ojos.
El sol dorado de tu corazón
me llegaba en cada latido dulce de brisa,
con sus rayos de oro deslumbrando ,
y tu suave voz acariciandome.
En la ternura
de las palabras
sentí tu amor.
18-11-2017