Tengo un hijo tan inquieto,
Tan temperamental,
Y, a la vez, sentimental,
Con gran dosis de coqueto
Que se ha vuelto como un reto,
Verlo cual profesional,
En un ambiente ideal
Muy jovial, sano y discreto;
Y aunque avanza lentamente,
Con giros muy radicales;
Tan poderosa es su mente,
Sus ideas, tan geniales,
Que sé que harán, finalmente,
Realidad sus ideales…