Solo juegan a la orilla del mar
Aguas turquesa, blanca arena, conchas marinas,
Preciados juguetes
Inocencia y pureza, unidas allí
Castillos de luz, ciudades de fantasía
Canticos de alegría, elevados al sol, a la brisa,
Sus cabellos mojados, su sonrisa más franca
ternura que fluye, amor que trasciende
El vaivén de las olas se rinde a sus pies
Solo el presente, el único ahora
Lo saben vivir, nada mas existe
Vuelan gaviotas, adornan el cielo
Los pececillos saltan, celebran con ellos
El caracol, a los tiernos oídos, música regala
Ella de pie, maravillada, de la obra maestra,
El, de orgullo su corazón lleno,
Ante lo construido solo entre dos
Las manos juntan y al unísono ríen
Bailan palmeras al compas del viento
Sus hojas acarician la mañana que nace
Los pies se tocan, la señal siguen
Corren, dejan marcadas las huellas
Que otros la sigan, el amor encuentren
En un mundo nuevo, donde todo conspira
A favor de los que en la felicidad creen