Con veinte años de caricias tarde y el cabello
vestido de blanca luna…
A tu vida llegue como el polen
que en los labios del viento amante se vuelve.
Como las olas del mar, que llegan casi en volandas
dormidas entre las nalgas de la noche
y se abrazan desesperadas a las rocas
para hacer eterno el beso.
Perdido en la extrema calidez de tus brazos…
A tu vida llegue con el cabello
vestido de blanca luna
y veinte años de caricias escondidas en los zapatos.