Al caer de la tarde camino
con la mirada perdida
los párpados, persianas caídas
en el portal del olvido
soy como árbol caído
en la senda de la vida
tú ayer, yo hoy
perro que lame su herida
de aquí para allá voy
y sueño en tazas de plata
tacones de oro vos lleváis
yo humildes alpargátas
piso la tecla de música suave
y a la tarde se le escapa un suspiro
ese aire puro que respiro
oxígeno del amor que me dais
el sol del invierno se cruza en mi camino
estampa de belleza que reflejaís
soy poeta , soy peregrino
vos por la acera ancha
yo por el centro camino
cuando la tarde se marcha
lía y lía su ovillo la vieja
suena en la fragua el martillo
y me voy a otras cosíllas
y miro a tavés del visillo
de esta ventana que es la vida
y hago de amor un cursillo
y sueña mi alma, como sueña un pajarillo
pintando una hermosa estampa
poniendo en cada canción
un ligero estribillo
sigo caminando por la calle ancha
donde caminan los que se han perdido
el barro campa , el sueño en el olvido
se siembra el amor, en la fragancia
queda la palabra en la distancia
cascabel que ríe, la mirada cansa
y sigo solo y perdido
en el jardín de mis ánsias
con las raíces en la tierra
las hojas caídas en el suelo
escultura en el horizonte
las ramas en los cielos
voy del sur para el norte
buscando caminos nuevos
bajo un triste paraguas
con un manojo de sueños
y la mirada perdida
y sin zapatítos nuevos
soy del verano la espiga
y gota caída en invierno
hoy ,mañana y siempre
suena el arroyo en mis oídos
canta el agua, ríe la fuente
armoniosa orquesta del olvido
ya todo pasa, es indiferente
ser río o ser afluente
sembramos dolor en el astío
allí donde se para la gente
y escondo la verdad
porque hace frío
en mi pecho, aurora caliente
tengo yo un fuego encendío
y salgo hoy a la calle
indiferente, miro
los castillos de hormigón
que esconden negros grillos
ya nada queda ,todo pasa
como pasa el renglón
en el teclado donde escribo
como camino de caracol
y tiene guasa Nicolasa
ser de tu mirada cautivo
en la celda donde vivo
que es mi humilde casa
con sangre de mi corazón te escribo
esta sentida carta
postrero amor
que sale de mi garganta
ser o soy, no importa
caminar , caminamos
por esta senda angosta
hasta que al final llegamos
lo mismo que la langosta
si hay que cantar, cantamos
si hay que reír, reímos
si hay que llorar , lloramos
pero en la cárcel de la vida
presos estamos
y así teminámos por hoy
esta partida...