Desde una lejana perspectiva,
Te vi crecer con parsimonia
Y cuándo te enojabas y reias.
Te vi durante tu primer amor,
Te observé con gran desesperación,
Pues el tiempo pasaba y no pedia perdón,
Y crecias cada vez más lejos de mi corazón.
Luego te fuiste de aquí, ya eras mayor
Creaste una vida, con un nuevo gran amor;
Con el parecias feliz, me quedó un poco de desazón,
Ya que vivias a kilómetros de aquí
y me quedé deseándote lo mejor.
El tiempo pasó, bastante fugaz
Y todos crecimos buscando nuestra propia verdad.
Aprendí que aunque ya no te llegue a amar
En mi vida siempre estarás.
Impulsaste en mí el deseo de vivir,
Hoy en día te veo de nuevo felíz
Y cuándo te miro o te pienso,
Recuerdo la promesa sobre jamas volverme a rendir.
Siempre serás en mi mente la más bella flor de mi jardín.