Catelgood

Chantaje...

Por favor, quédate en mi vida, porque…

Porque la vida se pinta de colores de fiesta

Porque tu desnudez refulge en los rincones…

Porque habitas mi madurez llenando los momentos de juventud insospechada

Porque te tengo, o porque no…

Porque sabes hacer sinergia de mis carencias

Porque estás, y cuando estás yo soy más y mejor

Porque las estrellas se diluyen en tus ojos

Porque tu cuerpo siempre huele a compañía

Porque tu compañía huele a complicidad

Porque me regalas tu cuerpo cuando me robas el alma

Porque el espíritu se me remansa cuando duermo en tu seno

Porque enciendes el sol cuando te acercas y me besas

Porque me acompañas en los naufragios de sábanas

Y en las tardes perdidas, eres mi mejor encuentro

Porque te quiero a mi lado simplemente

Y porque te odio algunas otras, también

Porque es bueno vivir sonriendo y ahuyentando el llanto…

Porque quiero, simplemente… y espero que tú quieras también

Porque me reinventas la juventud y me diluyes los dolores

Y porque me das algunos otros (los menos y los peores)

Porque me castigas con tus enfados de vez en cuando

Y porque me castigas por los míos siempre —o casi siempre—

Pero sobre todo, porque si no te quedas, todo lo que siento

Pienso y escribo, dejan de tener sentido…

Pero si no bastan las razones para chantajearte y te quedes…

Entonces piensa que quizá, cuando ya no estemos vivos…

Alguien, indulgente con mi torpeza y mi falta de rima…

Lea con emoción estas letras, y sepa, en tiempo remoto…

Cuánto y cómo significas esta día, que no te has ido…

¡Quédate!...