Raquelinamor

EL PÁJARO SOBERBIO / Cuento

 

Esta breve historia relata el acontecer, de cómo aquel pájaro humilde se convirtió en un pájaro soberbio, y de ser admirado, comenzaba a ser rechazado por su misma especie …

Había una vez en las lejanas aldeas del pequeño globo, llamado paraíso azul,  al norte de la mágica montaña de los sueños del Auyantepuy, un lugar hermoso de verdes paisajes, surcado con riachuelos prístinos, jardines de  multicolores flores, de margaritas, gladiolas, azaleas, orquídeas, rosas, alelíes, lotos, y jazmines de prados remotos, que bañaban con deliciosa fragancia los alrededores, donde vivían las trucutuaves,  imaginarias especies voladoras milenarias, que  cada día emprendían su vuelo sin saber a dónde iban.

Unas remontaban alto vuelo sobre el cielo turmalino, dejándose  llevar por los remolinos de viento, mientras  que cantaban sus peripecias en rítmicos trinos,  y otras planeaban bajo,  a la altura de los Elfos y los Nomos divinos de la tierra prometida,  al observarlas se podían apreciar que unos eran hermosos pajàros  blancos con ojos pequeños y picos de plata, otros eran negros no tan bellos, con ojos grandes y   con picos de oro, pero también habían cientos de ellos que  no eran ni hermosos, ni bellos, y que carecìan de color alguno, pero que igualmente cantaban y volaban despreocupados,  no encantaban a nadie, pero tampoco molestaban a nadie.

Unos cantaban a coro y su canto era cual murmullo de las  aguas nobles, otros trinaban solitarios pero tan fuerte y tan alto,  que podían ser  escuchados  más allá de la montaña sagrada,  hasta la lejana tierra de los guardianes del eco, y sus trinares eran retumbantes en los propios  cielos del nunca jamás, ¡eso si!  todos tenían en común que vivían felices, sin amos, dueños, ni señores, que detuvieran su copioso canto,  ni su armonioso vuelo de sueños.

Todos pertenecían a una familia de trucutuaves de antiguos guerreros, que habían sobrevivido muchas tempestades,  en los diferentes mundos que  habían habitado a través del universo, hasta que finalmente se asentaron en aquel mágico lugar paradisíaco, y juntáronse  como hermanos  con el ùnico propósito y razón,  de vivir  volando y trinando felices, en paz, y armonía universal.  

Allí  entre todos, se erguía la figura de un pájaro de majestuoso vuelo llamado poeta, porque además de cautivar con su vuelo, el cautivaba con sus letras,  versaba  en sus trinos, tan perfectos y bien rimados versos,   que era admirado por muchos de sus hermanos de vuelo, pero... también aconteció que un día cualquiera, con la puesta del sol,  comenzó  a ser envidiado y blanco de opiniones destructivas por alguno que otro de su misma especie, y aquel pàjaro  que era de naturaleza humilde, noble y sencillo,  no se habìa percatado que adolecía de un grave defecto, pues era en  extremo sensible  y no podía  contener sus emociones y  le dieron arrebatos de tristeza.

Asì que sintiendose muy  mal ante las críticas de quienes le adversaban con gran  envidia, este cayò vencido por un extraño mal que llamaban  depresión, al punto  que se negaba a  seguir volando, y se ocultó en una cueva oscura, entonces las aves buenas, que notaron su ausencia, le buscaron y reconfortaron, animándole a salir de ella,  hacièndole saber que el  era diferente, que su vuelo era hermoso y que sus trinos eran fabulosos para aliviar el alma de los ciegos y los sordos, y le convidaron a seguir con sus proezas y mandatos de su corazòn, y a continuar  deleitando el paraíso azul con su melodioso canto.

Entonces, lleno de renovadas fuerzas decidió ser como el ave Fénix y resurgir de sus cenizas y emprender asì majestuoso vuelo y voló y voló tan alto, hasta perderse en los aires infinitos, porque el  quiso volar más alto que todos ellos y dejo de deleitar con su acostumbrado canto, pues, ahora solo  gritaba muy fuerte,  yo soy el mejor, el más grande, soy poderoso,  soy  el hijo del rey de este universo,  soy quien vuela más alto, y quien mejor canta, soy el ave de los tiempos, ninguno me puede igualar y no quiero parecerme a otros.

Así fue como aquel hermoso pájaro,  otrora humilde y sencillo que se regocijaba con las simples loas de sus amigos de vuelo, y que fue objeto de profunda admiración,  creyendo equivocadamente, haber alcanzado la felicidad en este  desmedido vuelo, se convirtió en un pájaro soberbio lleno de vanidades,   rechazado y solitario, que hizo entristecer el corazòn de las aves que le seguìan con amor.

MORALEJA: No por volar más alto, se es el mejor, ni el más amado, pues a veces quien vuela mas bajo,  canta callado, y susurra sus penas de amor, es más admirado, y escuchado por sus hermanos,  porque la humildad es un don y un vestido de espumas de caracol,  que adorna mucho más que el zafiro o  plumas de faisán y  algodón pintadas en colores de vanidad.

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Raquelinamor

Noviembre20, 2017